Hoy entrevistamos a Alejandro Miguez Algaba, docente habitual de la Escuela Canaria, quien comparte su experiencia y nos cuenta su labor a bordo como segundo oficial de puente en buques gaseros.

¿Cuánto tiempo lleva trabajando en la industria marítima y en barcos gaseros?

Embarqué por primera vez como alumno en 2014. Era un buque LPG fletado por PDVSA, la compañía estatal de petróleo de Venezuela. Desde entonces he estado trabajando en buques gaseros de distinta clase.

¿Qué certificaciones y cursos especializados ha realizado para operar en este tipo de embarcaciones?

Pues para trabajar en gaseros, como mínimo, son necesarios los cursos básicos y avanzados de operaciones de carga en buques tanque para el transporte de gas licuado. Eso te lo exige el STCW. Aparte, cada empresa para la que he trabajado me ha ido ofreciendo distintas formaciones, como el Liquid Cargo Simulator (LICOS), cursos de cromatografía y medición de gases, etc.

¿En qué tipos de buques gaseros ha trabajado (LNG, LPG, etano, etc.)?

Como comenté, comencé a trabajar en buques LPG, transportando principalmente propano, butano o mezclas de ambos. Ya como oficial, pasé a los conocidos como LEC, buques de transporte de etano, aunque son bastante versátiles en los que transportábamos varios tipos de carga (etano, etileno, propano, propileno, etc). Posteriormente, empecé a navegar en buques LNG convencionales, y tras cuatro años navegando aquí, me trasladé a los buques en los que trabajo actualmente, los llamados FSRU o LNG-RV. Se trata de buques de transporte de LNG que han sido reconvertidos para servir como terminal de regasificación.

¿Cuáles son sus principales responsabilidades como Oficial en un barco gasero?

Dentro de la jerarquía del departamento de cubierta, cada oficial tiene unas funciones determinadas. Los terceros y segundos oficiales, normalmente denominados oficiales “junior” son los encargados de realizar las guardias de navegación y de carga, así como de ejecutar el mantenimiento de los equipos de seguridad y contraincendios.

Una vez entramos a los oficiales “senior”, empezamos a asumir responsabilidades más relacionadas con la gestión del buque. El primer oficial es, por lo general, el encargado de gestionar la seguridad y las operaciones de carga, aunque en los buques en los que trabajo actualmente, la gestión de la carga exige un nivel de dedicación tal que esta se le asigna a un rango superior, el del primer oficial de carga.

 

¿Cómo es un día típico en su puesto?

Nosotros trabajamos en una rotación bastante distinta a la que podemos encontrar en buques convencionales de transporte de LNG. En estos se trabaja a guardias de 4 horas, que se reparten entre los oficiales de cubierta. Nosotros, por el contrario, trabajamos en turnos de 12 horas, en los que dos oficiales comparten la guardia.

El trabajo varía mucho en función de la temporada en la que se encuentre el buque. Si nos encontramos en temporada de baja demanda, normalmente todos los equipos con los que procesamos el gas están parados, por lo que nos centramos en realizar los mantenimientos necesarios para tenerlos siempre a punto. Durante la temporada alta, por el contrario, el trabajo suele ser más frenético. Las operaciones de regasificación exigen una atención constante tanto desde cubierta como desde la sala de control de carga. Además, cada cuatro o cinco días realizamos operaciones “Ship to Ship”, en la que otro buque LNG, esta vez convencional, se abarloa y nos transfiere la carga que nosotros, posteriormente, regasificamos y mandamos a tierra.

¿Qué medidas se toman para evitar fugas o accidentes durante la manipulación de la carga?

La mayoría de las medidas que se toman para evitar fugas se toman en la fase de diseño y construcción del buque. Los materiales deben ser capaces de resistir las temperaturas criogénicas a las que almacenamos el LNG, así como las altas presiones que se dan en el proceso de regasificación. Además, contamos con sistemas de detección de gases tanto en cubierta como en los espacios cerrados susceptibles de sufrir fugas.

La formación de la tripulación también es fundamental. Por muchos sistemas y automatizaciones que tengamos, es importante mantener siempre la conciencia situacional, saber qué está ocurriendo en cada equipo y lugar del buque que estemos manejando, hacer rondas periódicas por cubierta, etc.

¿Qué protocolos de seguridad son esenciales en un barco gasero?

Debemos tener en cuenta que estamos trasportando o manejando gases inflamables, lo cual conlleva un doble peligro. La inflamabilidad del gas hace necesario que se tomen medidas muy estrictas con respecto a evitar la formación de atmósferas explosivas (evitando que el oxígeno del aire y el gas coincidan en un mismo espacio). Por otro lado, el hecho de trabajar con gases como el LNG, el butano o el propano, que son incoloros e inodoros (el famoso “olor a gas” que todos conocemos es en realidad un producto químico que le añadimos para que huela a algo y poder detectar fugas)

¿Cómo se manejan situaciones de emergencia, como una fuga de gas o incendio?

Aunque por lo general se entienda que los gaseros son un grupo homogéneo de buques, en realidad, quitando el sector del LNG, que trabajamos con un solo tipo de carga, se transportan cargas muy variadas, y los protocolos de emergencia dependerán en gran medida del tipo de carga que transportemos. Una fuga de monómero de cloruro de vinilo, una carga altamente tóxica, conllevará unos riesgos específicos y distintos a los que puede presentar una fuga de LNG, cuyo principal peligro son las temperaturas criogénicas a las que se almacena. Cada buque tendrá protocolos de emergencia adaptados, que incluirán sistemas y equipos de protección individual específicos.

¿Ha tenido alguna experiencia en una situación de emergencia real?

He vivido varias situaciones de fugas, sobre todo de gas natural licuado. Con una tripulación bien entrenada y protocolos claros de actuación, son emergencias relativamente fáciles de manejar. Puesto que el gas sale en estado líquido, a -162º centígrados, el mayor riesgo es que se vea afectada la propia estructura del buque, puesto que el acero se vuelve quebradizo y pueden aparecer grietas y roturas, así que la primera medida que tomamos es la de rociar la zona con las mangueras contraincendios, de manera que el líquido se evapore lo más rápidamente posible, mientras que intentamos reparar la fuga. En la mayoría de las ocasiones, apretando tuercas se soluciona.

¿Cómo se garantiza la seguridad de la tripulación y la carga en diferentes condiciones climáticas?

La seguridad de la tripulación y de la carga es una prioridad absoluta, sobre todo en un buque gasero, donde manejamos un producto que requiere mucho cuidado. Para enfrentarnos a distintas condiciones climáticas, lo primero es la planificación previa: antes de zarpar, ya se revisan las previsiones meteorológicas y se adapta la ruta si hace falta. A bordo, tenemos sistemas de navegación y monitorización muy avanzados que nos permiten anticiparnos a mal tiempo y tomar decisiones a tiempo.

En cuanto al buque, está diseñado para soportar condiciones duras. Las cargas van bien contenidas en tanques especialmente diseñados, y se monitoriza constantemente la presión, la temperatura, y cualquier posible fuga. Y por supuesto, todo el personal está entrenado para actuar en emergencias, con simulacros regulares que nos preparan para reaccionar rápido y con coordinación.

Al final, es una combinación de tecnología, procedimientos claros y trabajo en equipo.

¿Cómo es la comunicación y coordinación con el resto de la tripulación?

Depende mucho del entorno en el que se trabaje, sobre todo en lo relativo a las distintas nacionalidades que puedes encontrar a bordo. Con tripulaciones en las que conviven diferentes nacionalidades puede resultar un poco más complicado, no tanto por el idioma, puesto que todos manejamos con soltura el inglés, sino por las diferencias culturales.

Aun así, por lo general, no suele haber problemas de coordinación, El “management team” del buque, formado por los oficiales senior, se reúne diariamente para planificar y coordinar todas las actividades del buque y asegurar que no interfieran unas con otras. Además, antes de realizar cada trabajo, se realiza una “toolbox talk”, una pequeña reunión en la que el líder del equipo explica la tarea, los pasos a seguir, medidas de seguridad, etc.

¿Qué habilidades considera esenciales para liderar un equipo a bordo?

Para liderar un equipo a bordo, lo primero es tener capacidad de comunicación. En un entorno como el de un buque, donde convivimos y trabajamos durante meses, es fundamental saber explicar las cosas con claridad, pero también saber escuchar. Eso crea confianza y facilita que el equipo funcione bien.

También hace falta calma y criterio. Hay momentos de tensión, situaciones inesperadas, y ahí el líder tiene que mantener la cabeza fría, tomar decisiones y transmitir seguridad.

Y, por último, algo que también es fundamental, predicar con el ejemplo. En el buque se nota quién hace su trabajo con compromiso y quién no. Si el que lidera lo hace bien, el equipo lo sigue con más facilidad.

¿Cómo maneja los conflictos o diferencias de opinión en la tripulación?

A bordo, las jerarquías están muy marcadas, y eso es algo necesario para que el buque funcione correctamente. Cuando hay un conflicto o una diferencia de opinión dentro de la tripulación, lo primero es recordar que todos tenemos roles y responsabilidades claras, y que no siempre se trata de estar de acuerdo, sino de seguir procedimientos y cumplir con el trabajo.

Eso no significa que uno no escuche, pero escuchar no implica ceder siempre. Hay decisiones que se toman desde la posición de autoridad, y tienen que respetarse, especialmente en situaciones operativas donde no hay margen para debatir eternamente.

A veces basta con una charla seria y dejar las cosas claras; otras, hay que tomar medidas más firmes si alguien no entra en razón o se sale del marco profesional. La convivencia en el buque no siempre es fácil, pero cuando cada uno entiende cuál es su sitio y lo que se espera de él, los conflictos tienden a reducirse.

¿Cuáles son los mayores desafíos de trabajar en un barco gasero?

Sin contar otros tipos de buques mucho más especializados, como los que podemos encontrar en el sector offshore, los gaseros son probablemente los buques mercantes más complejos. Esta complejidad exige un mayor esfuerzo a la hora de comprender cómo funciona el buque y sus distintos equipos, además de retrasar mucho los ascensos. Yo tengo compañeros que estudiaron conmigo y ya son capitanes en otros tipos de buque. En un LNG, es raro encontrar un capitán con menos de 15 años de experiencia.

¿Cómo ha cambiado la industria del transporte de gas en los últimos años?

En los últimos años, la industria del transporte de gas ha cambiado de forma notable. Uno de los principales cambios ha sido el paso de rutas fijas bajo contratos a largo plazo, a operar cada vez más en el mercado spot. Esto obliga a los buques a tener una mayor flexibilidad operativa, ya que los destinos pueden cambiar con poca antelación según la demanda o las oportunidades comerciales.

Además, la automatización ha ganado protagonismo a bordo. Muchos sistemas de control, seguridad y operación están cada vez más digitalizados, lo que mejora la eficiencia y reduce el margen de error humano. Esto también implica una evolución en el perfil de la tripulación, que necesita estar más preparada técnicamente.

Otro cambio importante es la introducción de nuevas tecnologías de propulsión más eficientes y sostenibles, como los motores dual fuel, sistemas eléctricos más avanzados o incluso soluciones asistidas por viento. Todo esto responde a la presión por reducir emisiones y cumplir con normativas medioambientales más exigentes.

¿Qué avances tecnológicos cree que marcarán el futuro de los barcos gaseros?

Creo que uno de los avances que más va a influir en el futuro de los buques gaseros es el desarrollo del hidrógeno como combustible. Aún queda bastante camino, pero pienso que veremos proyectos cada vez más serios sobre su transporte y uso a bordo, ya sea en forma líquida o como amoníaco.

También me parece que la eficiencia energética va a seguir siendo una prioridad. Tecnologías como los motores dual fuel más optimizados, sistemas de recuperación de calor o incluso ayudas a la navegación con inteligencia artificial van a marcar la diferencia.

Y por supuesto, todo lo relacionado con la reducción de emisiones va a coger más peso. Personalmente, creo que veremos una combinación de soluciones: combustibles más limpios, propulsión asistida por viento y quizá incluso captura de CO₂ a bordo.

 

Agradecemos sinceramente a Alejandro por habernos permitido conocer un poco más sobre su día a día a bordo de un buque gasero.

Su experiencia, dedicación y compromiso con la seguridad y la navegación son un claro ejemplo del profesionalismo que exige esta industria.

Sin duda, su testimonio aporta una mirada valiosa a una labor tan especializada como esencial.

¡Gracias por compartir tu historia con nosotros!

Entrevista a Alejandro Miguez Algaba – Segundo Oficial de Puente
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